Una masa muy simple, con una método de cocción fácil y rápido, pero un sabor versátil para aprovechar y acompañar cualquier comida. ¡No te la pierdas y hacerla que sale seguro!
Los tacos, burritos, fajitas… de moda hace ya un largo tiempo en gran parte del mundo generan cierta confusión. ¿Son lo mismo? ¿O no? ¿Qué diferencia hay entre los tres?
La realidad es que en principio parecen lo mismo. Una masa chata y circular, a la que se le da cierta forma para contener un relleno. Pero si nos ponemos técnicos hay algunas diferencias extra que son interesantes de conocer.
La masa para tacos se hace a base de harina de maíz, en cambio, la de las tortillas para fajitas y burritos con harina de trigo. Por eso es que para los tacos la tortilla debe comerse caliente porque fría se vuelve algo «plástica» y no muy grata de comer.
En tanto, la masa de las tortillas para fajitas y burritos como está hecha con harina de trigo, puede comerse tanto tibia como fría sin problemas, pero siempre calentita queda mucho mejor.
La forma clásica en la que se presentan también es una diferencia. Los tacos suelen solamente plegarse en forma de U para contener el relleno. Los burritos y las fajitas suelen tener una forma similar entre sí.
De forma más clásica, las fajitas se suelen cerrar de un lado hacia el centro y solapar el otro lado hacia el centro también para que quede una forma cilíndrica.
Los burritos, por su parte, suelen doblarse de un lado al centro, luego de la parte inferior hacia arriba para evitar que se escape el relleno y luego se enrolla hacia el otro lateral para que quede un cilindro con un solo hueco hacia arriba por donde se comienza a comer.
También puede que encuentren los burritos cerrados de ambos lados, doblando un lateral hacia el medio, el extremo inferior hacia arriba y el de arriba hacia abajo y luego enrollando hacia el otro lateral.
Para hacer la masa solamente necesitás estos pocos ingredientes:
- Harina (000 ó 0000) 1/2 kilo
- Polvo de hornear 1/2 cucharada
- Sal 1 cucharadita
- Vinagre de alcohol 1 cucharada
- Aceite 2 cucharadas
- Agua 250 cm3
El procedimiento es sumamente simple, rápido y no falla. Solo seguí estos poquitos pasos y listo:
- En un bowl colocá el harina, el polvo de hornear, la sal. Hacé un hueco en el centro y colocá el vinagre, aceite y el agua.
- Mezclá hasta integrar y cuando se forme el bollo, sobre la mesada, amasá.
- La masa no se tiene que pegar en las manos. Si pasa, sumá algo más de harina. Tiene que quedar suave pero no se pega.
- Cuando está la masa lista, dejala descansar media hora tapada para que se relaje y puedas estirarla.
- Separá la masa en porciones. Con esta cantidad salen aproximadamente 20 ó 24. Podés hacerlas más grandes o más pequeñas según tu gusto.
- Si te interesa hacerlas bien redondas, te conviene abollar,
dejar reposar y después estirarlas. Si no te interesa tanto la forma no las abolles y ya mismo podés estirarlas. - Al estirarlas con el palote tratá de que te quede una forma pareja para que después puedas enrollarlas con el relleno.
- Para cocinarlas, poné una sartén al fuego. Cuando esté bien caliente, poné la masa estirada bien fina sobre la sartén. No pongas aceite, manteca ni nada, solo la sartén caliente.
- Ni bien empiezan a aparecer algunas burbujas, da vuelta la masa, dejala unos 30 segundos máximo y retiralas. No tienen que tener mucho color, a penas se vean algunos puntos marron claro, sacalas.
- Cuando las saques apilalas así se mantienen calientes y la humedad por la condensación evita que se sequen.
¿Con qué rellenarlas? Siempre te recomendamos preparar una proteína (puede ser una carne, pollo, pescado, lo que quieras) cocida de la forma que quieras (a la parrilla, al horno, braseado, en bifes en un grill o sartén). Si no comés carnes, también podés poner como principal: berenjenas, hongos, zucchinis o lo que te guste, asado o grillado que va a quedar de maravilla.
Y para acompañar ese principal y sumar muchas verduras cortadas listas para que cada uno seleccione lo que quiera: tomates en gajos o cubos, lechugas, rúcula, pepinos en juliana, zanahorias en bastones o cubos, lo que quieras.
Siempre suma algún pickle, guacamole, o un «pico de gallo» (clásico mexicano similar a la «salsa criolla» pero con la suma de alguna fruta, como mango por ejemplo).
¿Te sobraron tortillas y te cansaste de comer burritos y fajitas? Te pasamos un tip muy simple:
- Pintalas con aceite y frotalas con alguna mezcla de especias que más te guste (puede ser sal y pimentón o páprika, algún curry que te guste, tomillo, lo que quieras).
- Cortala en triángulos, como una pizza, y colocalas en una placa de horno.
- Meté la placa al horno bien caliente y ni bien se empiezan a dorar sacalos. No demoran más de 5 minutos así que tené cuidado y no te vayas lejos porque se queman.
- Y listo, tenés unos nachos caseros súper ricos para sumar a alguna picada o para comer con lo que, quizás, te sobró de guacamole.
Otra aplicación excelente para estas tortillas son unas tremendas quesadillas. Súper simples:
- Tomá una tortilla llenada con los quesos que más te gusten rallados y plegala al medio, o hacé un sanguche entre dos tortillas con el queso. Podés agregarla alguna especie o condimento que te guste (algo de pimentón, tomillo, etc.)
- Cocinala sobre una sarten a fuego medio hasta que se derrita el queso, o ponela en el microondas por 30 segundos o 1 minuto hasta que funda el queso.
- Y listo, a comer.
¿Te gustó esta masa de tortillas para fajitas y burritos? Una masa, y varias propuestas diferentes para consumirla. Sumamente simple, fácil de hacer, económica y versátil. ¿Se puede pedir algo más?