Ya hace unos años, los cupcakes se popularizaron, no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo. Ya existen miles de variantes, sabores, colores, texturas, formas y nombres, pero siempre se parte más o menos de la misma base. Ahí vamos. Aprendé cómo hacer cupcakes de vainilla con una crema de manteca o buttercream encima. Una combinación tan clásica como rica e irresistible.
Son piezas clásicas ya de la pastelería de Estados Unidos, y se integraron a la pastelería internacional ya no solo como un dulce para un niño, sino como elementos de alta pastelería. Como la mayoría de las recetas clásicas de la pastelería estadounidense, por la simpleza en los ingredientes, medidas y procedimientos, los cupcakes, fueron combatidos y criticados por los profesionales con formación en alta pastelería. Pero de a poco esas masas batidas se fueron ganando el mundo.
Tal es la fama hoy de los cupcakes, especialmente en Estados Unidos, que hay tiendas dedicadas de forma exclusiva a su producción y venta. Es el caso de la exitosa y reconocida tienda Magnolia Bakery en New York, donde ofrecen miles de variantes, siempre disponible el cupcake de vainilla con buttercream. Magnolia Bakery explotó en popularidad tras aparecer en la serie televisiva Sex and the City en múltiples ocasiones. Hoy, Magnolia Bakery cuenta con 7 negocios en Estados Unidos y 14 a lo largo del globo con tiendas en México, Japón, Rusia, Qatar, Libano, entre otras naciones.
Shows televisivos como DC Cupcakes protagonizado por las hermanas Katherine Kallinis Berman y Sophie Kallinis LaMontagne fundadoras de Georgetown Cupcakes, emblemática tienda que nació en Washington DC y ahora cuenta con 6 locaciones a lo largo de Estados Unidos.
En general, suele confundirse a los cupcakes con las magdalenas o muffins, pero son tres ideas diferentes. Los cupcakes de forma clásica siempre se decoran, en cambio las magdalenas y los muffins no. Además, los cupcakes se forman con una masa pesada (a base de manteca y azúcar), y las magdalenas y muffins con masas batidas más bien ligeras o semiligeras (batiendo claras a nieve, o huevos enteros, pero con menos manteca). Las magdalenas son piezas clásicas de la pastelería francesa, y los muffins de la inglesa. Los cupcakes por su parte, si bien tienen un origen inglés, similar a los muffins, se elevaron y popularizaron en Estados Unidos.
Hablemos un poco de las coberturas de los cupcakes. Clásicamente se habla de icing o frosting, que en esencia son lo mismo. La principal diferencia es su origen. En Inglaterra se habla de icing y en Estados Unidos de frosting, pero se usan de forma indistinta. Existen muchas variantes de frosting o icing. Hay de chocolate, a base de cremas, a base de merengues, a base de manteca como en este caso y también hay variantes clásicas como las hechas con queso de tipo americano (como el Queso Philadelphia que se consigue fácilmente en supermercados).
Algo común en todos los casos es un alto contenido de azúcar, de preferencia siempre impalpable para que resulte una consistencia más suave y fundante en el paladar. El buttercream, o crema de manteca, es un tipo de icing o frosting que se realiza a partir del batido de manteca con azúcar impalpable.
Vamos a la receta. Para 12 cupcakes de vainilla se necesitan los siguientes ingredientes:
- Harina leudante 125 gr. (ó Harina 0000 120 gr + Polvo de hornear 1 cucharadita + Sal 1 pizca)
- Azúcar 125 gr.
- Bicarbonato de Sodio 1/4 cucharadita
- Manteca pomada 125 gr.
- Huevos 2 u.
- Leche 1 ó 2 cucharadas
- Esencia o extracto de vainilla 1 cucharadita
- Pilotines o moldes de papel 12 u.
¿Cómo se hacen estos cupcakes? Es tan fácil que no vas a dejar de repetir una y mil veces esta receta. Vamos al paso a paso:
- Antes de comenzar, es conveniente encender el horno a 170°C para que tome temperatura de forma lenta y homogénea.
- En un bowl colocar tamizada el harina junto con el bicarbonato de sodio y también sumar el azúcar.
- Allí mismo se suma la manteca y los huevos. Los huevos es conveniente que estén a temperatura ambiente y la manteca blanda. Podés sacar ambos ingredientes un rato antes de la heladera. La manteca «pomada» tiene que estar blanda, no derretida. Al estar fuera de la heladera un rato, sola va a tomar temparatura ambiente.
- Ahora sí a batir, y conviene hacerlo con una batidora eléctrica. Primero comenzá despacio para que no vuele el harina hacia todos lados. Ni bien veas que comenzó a integrarse el harina subí la velocidad y batí por 1 ó 2 minutos.
- Es momento de incorporar la leche junto a la vainilla. Batir hasta incorporar unos minutos. La textura final tiene que ser cremosa y algo esponjosa, como una crema Chantilly, pero más pesada (porque recordemos hay que hay bastante manteca y harina). De ser necesario se puede incorporar media cucharada más de leche.
- Una vez lista la mezcla, llenar los moldes sirviendo con cuchara y cubriendo hasta 3/4 partes porque luego en el horno van a crecer.
- Llevar al horno y cocinar a 170°C por 20 ó 22 minutos hasta que al clavar un palillo sale limpio. Es bueno evitar abrir el horno por lo menos los primeros 18 minutos.
Una vez listos, si usaste pilotines de papel no lo retires, dejalo porque va a ser más fácil para comer y van a permanecer húmedos más tiempo. Si usaste de silicona o no usaste pilotines porque solo usaste el molde para cupcakes, es conveniente sacarlos y dejarlos enfriar sobre una rejilla. También podés agregar un pilotín como decoración una vez fríos.
Vamos ahora al icing o frosting, que en esta caso proponemos un clásico buttercream o crema de manteca. Los ingredientes son:
- Manteca pomada 200 gr.
- Azúcar impalpable 450 gr.
- Leche 2 cucharadas
- Vainilla 1/2 cucharadita
Para armar la crema de manteca el procedimiento es muy simple:
- En un bowl colocar la manteca bien blanda y batirla (con batidora eléctrica mucho mejor) por 2 ó 3 minutos a velocidad media hasta que se vuelva cremosa y se torne más blanca y suave.
- Luego incorporar el azúcar impalpable. Es bueno hacerlo en dos o tres veces y cada vez que se coloca bajá la velocidad de la batidora para evitar que se llene la cocina de azúcar. Batir a velocidad media por 2 ó 3 minutos más.
- Mezclar la leche con la vainilla y agregar a la crema batiendo hasta que se integre bien. Continuar batiendo unos 2 minutos hasta que esté cremosa y suave.
Ahora que tenemos los cupcakes de vainilla y la crema de manteca lista, solo resta ensamblar. Colocá la crema en una manga con el pico que más te guste, puede ser rizado o liso pero es conveniente que no sea muy chico, y decorá de la forma que quieras. Si no tenés manga o no querés usarla, también podés colocar una cucharada sobre cada cupcake y darle forma con una espátula o la misma cuchara.
Para terminar la decoración podés agregar algún trozo de fruta, como frutilla o arándanos o frambuesas encima. También se pueden agregar chispas o perlas de colores, flores comestibles, chispas de chocolate, mini Oreos, o lo que quieras colocar encima de la crema como decoración, siempre que te asegures que sea comestible.
Esta es una receta básica y clásica. Podés modificar y generar variantes desde este punto. Por ejemplo, si querés transformar los cupcakes de vainilla en cupcakes de chocolate, solamente reemplazá un 20% del total de harina por cacao amargo en la masa y listo. Si no te gusta el icing de buttercream y preferís crema Chantilly, podés usarla, o por qué no merengue italiano, glasé, fondant o solo azúcar impalpable.
¿Te gustaron estos cupcakes de vainilla con buttercream? ¿Los vas a hacer? Contanos cómo te salieron y si tenés algún problema o duda compartilo en un comentario para poder ayudarte a resolverlo.