Voy a ser franco. No puedo ser muy objetivo y, probablemente, no pueda serlo tampoco en este artículo. Tierra de Nadie sin dudas es mi hamburguesería favorita de Buenos Aires.
Ya cumplieron unos cuantos años en el barrio de Caballito y si bien cambiaron muchas cosas la esencia sigue intacta. Esa idea original, la propuesta con la que abrieron, no mutó. Ofrecer hamburguesas artesanales, 100% artesanales, con estilo propio y una calidad impresionante.
En el año 2012 comenzó a funcionar el primer local en Av. Avellaneda 588 en el Barrio de Caballito. Un lugar pequeño, no tan visible ni transitado, pero que supo (y aún sabe) tener montones de personas esperando en la puerta para entrar.
La carta, simple. Corta, clara y concisa. ¿Querés comer? Hay hamburguesas. ¿Para tomar? Gaseosas y cerveza. No postres, no café, no platos rebuscados de autor. Pero, ¿para qué más? Si con las hamburguesas que te proponen, tu boca ya se está preparando desde que leés la primera opción.
El pan lo producen, la carne la pican y arman las hamburguesas, los vegetales los preparan ellos, los pickles que usan, hasta el ketchup lo hacen casero. Y este último no es un dato para dejar pasar, porque el ketchup que hacen es impresionante. Te hace acordar a ese que te daban en McDonald’s muchos años atrás, brilloso, dulce, pero este es aún mejor porque se nota claramente que no está lleno de aditivos y estabilizantes.
Otro párrafo se lo llevan las papas fritas. Es bueno destacar, por obvio que parezca en este punto, que son papas reales, con piel, fritas impecablemente. Sí, a veces tienen sus días, considerando si justo te las sirven ni bien salen de la freidora, o si las papas tenían más o menos agua, pero incluso cuando no es el mejor día, son realmente ricas. Aunque si te toca una partida buena, son gloriosas.
¿Algunas hamburguesas para destacar? Obvio. Siguiendo con mi brote de sinceridad/fanatismo, cualquiera que elijas de la carta va a ser espectacular. Pero entre las que más me gustan:
- Wild TDN. Hamburguesa, queso pategrás, mollejas (sí, mollejas), berenjenas en escabeche y rúcula. Lejos de querer ser pretenciosa, es una bomba de sabor. La grasa de las mollejas con la acidez de las berenjenas es sublime.
- Bad Horsie. Doble hamburguesa, tomates asados, cebolla morada, alioli y por si no te parece lo suficientemente digna, una provoleta con orégano.
- Jim Beam Bourbon Burger. Acá el pan arranca distinto, un pan tipo de campo, en dos fetas largas que cobija dos hamburguesas, una al lado de la otra, con queso dambo, cebolla crocante, y un aderezo símil barbacoa con whisky que es de otro planeta.
Y por si te interesa el mundo del picante, te paso una fija:
- 3 Hot Chilli Peppers. Arranca con una hamburguesa rellena con queso, sigue con cebollas y morrones salteados y corona con los tres chiles: jalapeño en conserva, chiles de la mala palabra en conserva y una salsa con rocoto. ¿Pica? Sí, pero está buenísima.
Pero no termina acá. Porque el barrio necesitaba una vuelta de rosca más, y el clásico Tierra de Nadie, seamos honestos, ya no daba para más. Solía recomendarle a amigos que vayan 5 minutos antes de la apertura a las 20 hs para poder entrar tranquilos, sentarse y comer porque después se llenaba. Pero el último tiempo ya era necesario llegar por lo menos media hora antes para no esperar una hora al menos en la puerta.
Acá es cuando los dioses de la hamburguesa iluminaron el camino hacia la expansión. Tierra de Nadie es sinónimo de Caballito, por lo que muy lejos no podían irse. Así que en 2017 vimos la luz prendida en Tierra de Nadie La Villa ahí sobre Av. Acoyte 263.
Una propuesta un poco más variada, ya no solo con hamburguesas, si no con otras opciones: wraps, sandwiches, algunos platos, y hasta la incorporación de vinos a la carta de bebidas.
Fue un giro extra a la clásica propuesta, pero con la misma esencia. Ahora con un lugar más moderno, más amplio y, a diferencia del clásico, con cocina a leña en lugar de solo planchas.
Tengo también mis preferidos de La Villa:
- Pony Line Hummus. Una base de hummus cremoso, lomo salteado con morrones y cilantro y unas tiras de fainá crocante impresionantes.
- Chilli Queen. Hambuerguesa de búfalo de pastura hecha a la parrilla a leña con chile con carne, guacamole y queso en hebras. Si no te enchastrás comiéndola, no la disfrutás. También está en el local de Avellaneda, pero el sabor a parrilla le sienta mucho mejor.
- Poboy Sandwich. Salimos del mundo hamburguesa y entramos en los sabores del sur de Estados Unidos. Langostinos a la parrilla con especias de estilo cajún, salsa romesco, lechuga, chips de batata crocantes y una salsa a base de leche de coco y eneldo. El pan es de campo como en la Bourbon. Es de mis preferidos en La Villa.
Así, en Caballito, a dos cuadras de diferencia, uno a la vuelta del otro, conviven ambos locales con propuestas diferentes, compartiendo algunas hamburguesas clásicas entre sí, pero con una propuesta gastronómica que no deja dudas: son espectaculares.
Para tener en cuenta, cada tanto invitan a algún chef amigo y hacen alguna hamburguesa exclusiva solo por ese día. Todavía tengo el sabor grabado de esa bondiola de cerdo con ananá grillado, montones de cilantro y una mayonesa picante de Alejandro Feraud de ALO’s que era impresionante.
Y para rematar, una vez al mes hacen su propia versión del clásico mundial de McDonald’s, el Big Mac. Que si sos de los que creciste comiéndolo y todavía le tenés afecto, después de probar el de Tierra de Nadie, nada va a volver a ser igual porque te vuela la cabeza. Pero como dicen ellos mismos, manteniendo la mística: #NoLeDigasANadie
Arranqué diciendo que no podía ni iba a ser objetivo y creo que cumplí. Pero más allá del chiste, Tierra de Nadie, es un lugar al que si te gusta comer, tenés que ir.
Van nuevamente las direcciones:
- Tierra de Nadie: Av. Avellaneda 588, Caballito – Buenos Aires (Argentina).
- Tierra de Nadie La Villa: Av. Acoyte 263, Caballito – Buenos Aires (Argentina).
Si querés saber más sobre Tierra de Nadie visitá:
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